Hoy se cumplen 20 años de la desaparición física de Baudilio Díaz

Uno de los símbolos del beisbol venezolano y en especial de los Leones del Caracas, equipo al que defendió por 14 temporadas; cumple hoy 23 de noviembre, dos décadas que marcaron un antes y un después en la receptoría venezolana.

El careta falleció el viernes 23 de noviembre de 1990 en horas de la tarde cuando intentaba arreglar la antena parabólica de su casa, la cual le cayó encima y en el acto pierde su vida.


Baudilio José Díaz nace en Cúa, estado Miranda el 23 de marzo de 1953.

Debutó en nuestra pelota profesional en la temporada 1972-1973 a la edad de 19 años y siempre se desempeñó como receptor de los capitalinos. Entre sus logros con la camisa rayada, hay que resaltar (hasta hoy vigente), el récord de más cuadrangulares en una temporada con 20.

De acuerdo con el libro Leones del Caracas: Crónica de una Tradición, Díaz despachó 16 de esos cuadrangulares en el parque de la UCV, dos en Maracay, uno en Barquisimeto y el otro en Valencia.

"Bo Díaz" como era conocido en las Mayores, ganó cinco campeonatos con los Leones del Caracas (1977-78, 1979-80, 1980-81, 1981-82, 1986-87). Además de ello se alzó con un cetro en la Serie del Caribe en la zafra 1982.


En 1977, el 6 de septiembre debutó en las grandes ligas con los Medias Rojas de Boston, donde obtuvo apenas un turno al bate y se convierte en el el primer criollo en debutar con Boston . Luego viste la camiseta de los Indios de Cleveland, equipo con el que jugó esporádicamente como sustituto del receptor Ron Hassey.


En 1979, culminó la campaña del béisbol venezolano con un promedio de bateo de 308 con 16 dobletes, 57 impulsadas y 20 cuadrangulares, el número de vuelacercas es récord de la Liga.

En 1981, logra su mejor año a la ofensiva con Cleveland, donde dejó promedio de 313 de AVE y se ganó el llamado a participar por primera vez en el Juego de las estrellas, logro que repitió en 1987, defendiendo a los Rojos.

En 1982, fue enviado a los Filis de Filadelfia donde obtiene su mejor temporada, 151 hits en 525 turnos para promediar 288 puntos con el bate. Además, conectó 18 jonrones, 69 carreras anotadas y 85 impulsadas. Al año siguiente en 1983, asistió a la Serie Mundial y bateó 333 puntos con los Filis.

En 1986, se convirtió en el catcher de los Rojos de Cincinnati y en 1987 compartió esa posición con Jeff Reed. Culminó su pasantía en este equipo hasta el año 1989.

Números en las Mayores: 834 imparables, 162 dobles, 87 jonrones, 452 carreras empujadas, 327 carreras anotadas en 3274 veces al bate para un AVE de 255. Para un total de 993 partidos jugados.


Díaz fue uno de esos peloteros que enarbolaron su calidad humana como persona, a modo de carta de presentación.


Y como dato curioso:

Baudilio Díaz fue el primer careta en recibir en nuestra pelota venezolana dos no hit no runs. Casualmente a Urbano Lugo padre e hijo.

El criollo fue el receptor cuando Urbano Lugo (padre) recetó un juego sin hits ni carreras a los Tiburones de La Guaira el 6 de enero de 1973.

Posteriormente, le recibió los envíos a Urbano Lugo (hijo) cuando éste dio un recital de pitcheo a los escuálos en la campaña 1987, mientras le propinaba un partido sin hits ni carreras a los Tiburones de La Guaira en el cuarto juego de la final para asegurar el campeonato el 24 de enero de 1987. Ambos juegos fueron lanzados en el estadio Universitario de Caracas.


Baudilio Díaz tomó 1738 turnos con el Caracas en 496 juegos, anotando 231 carreras, conectando 491 imparables, 73 de ellos dobles y 6 triples, empujando 276 compañeros al plato, dejando promedio vitalicio de .283.

Pero no sólo creó un precedente en Venezuela, sino en las mayores, convirtiéndose así en el mejor receptor criollo, para muchos, de todos los tiempos.


Antes de morir participó en quince encuentros , el último la tarde del 17 de noviembre en el Universitario ante los Cardenales de Lara. El manager Phil Regan lo ubicó detrás del plato y octavo en el orden ofensivo. En ese juego Lara se llevó la victoria por 7 a 4 y Baudilio en tres visitas al home, dió un sencillo, recibió una base por bolas y anotó una carrera.

Baudilio comenzó a jugar pelota a los 11 años en su nativa Cúa, el mismo que alternó su pasión por el beisbol con el trabajo como empleado del Banco Nacional de Descuento para ayudar a su familia será para siempre, un recuerdo grato para aquellos que lo vieron jugar y una inspiración para las próximas generaciones en especial para sus queridos fanáticos de Los Leones del Caracas.